Un camino largo por recorrer
Y aún cuando ya pasó ese fugaz momento de orgullo e inclusión de la comunidad LGBT+ en el mundo corporativo, y probablemente iniciando el mes de julio los logos regresen a sus colores y estilos habituales, hoy me siento segura. Hoy se que trabajo en un lugar donde puedo sentir la libertad de expresar quien realmente soy y permitirme hablar abiertamente de mi novia y saber que no debo mentir para encajar con mis compañeros de trabajo. Hoy puedo llegar al festejo de aniversario de la empresa acompañada y no por un amigo para aparentar, sino de la persona que amo y quiero que este a mi lado en ese momento. También se sabe que hay un largo camino por recorrer para que todos sientan ese espacio de libertad que hoy mi lugar de trabajo me brinda. Y es que la visibilidad de la comunidad LGBT+ en un mundo donde la toma de decisiones sigue siendo mayormente por personas con corbatas y bigotes me da aún más ganas de seguir demostrando quien soy e incomodar a quien tenga que incomodar para que eventualmente se normalice el que una “mujer lesbiana” también tome decisiones y tenga el mismo valor que cualquiera en la mesa. Por que al final no deberían importar mis gustos u orientación sexual, así como tampoco debería influir mi postura política, mi color de piel o mi lugar de origen; solo deben sobresalir mis habilidades para saber que tengo la capacidad de tomar decisiones y estar en ese puesto. Aquellos que tenemos la oportunidad de vivir sin filtros en el área laboral, tenemos la responsabilidad de fomentar espacios libres y la única forma de hacerlo es hablando abiertamente de la inclusión y del respeto a las personas, porque una empresa es lo que es por su gente, y ser tu mismo te da felicidad, eso no solo mejoraría tu productividad, sino un sinfín de pros que representa tener personas felices trabajando en el mismo lugar.
- Alessia Simeoli
Aux Administrativo en Rubixware

Mes del Orgullo
Escrito por Alessia Simeoli